domingo, 1 de mayo de 2011

El derecho al delirio

3 comentarios:

Juan C. Santos dijo...

El mundo.

Un hombre del pueblo de Neguá, en la costa de Colombia, pudo subir al alto cielo.
A la vuelta contó. Dijo que había contemplado desde arriba, la vida humana.
Y dijo que somos un mar de fueguitos.-El mundo es eso-reveló- un montón de gente, un marde fueguitos.
Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás.
No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fue-go loco que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tanta pasión que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca se enciende

Juan C. Santos dijo...

El libro de los Abrazos

Eduardo Galeano

Espérame en Siberia dijo...

¡Bravo, Galeano!