miércoles, 3 de octubre de 2012

Vente a la sombra, amor, que yo te espero




Se acabó. El odio me royó la razón, 
con mi época estoy comprometido. 
Y el amor se fue volando por el balcón 
adonde no tuviera enemigos. 

Y ahora estoy en guerra contra mi alrededor. 
No me hace falta ningún motivo; 
y es que soy maestro de la contradicción 
y experto de romper lo prohibido. 

Y por eso los chiquillos ya se acercan a mí,
que intento ser feliz. 
Y desde entonces de esta cárcel no me dejan salir, 
ni tengo adónde huir. 
Voy a hacer un butrón, 
que saque la cabeza fuera. 

Sigo preso, 
pero ahora el viento corre alrededor. 
Por mis pecados, sigo preso. 
Carne y hueso. 
Si muere de hambre el mundo alrededor, 
tú y yo, total, de carne y hueso. 

Por dinero, los maderos, ¡ay!, van detrás de mí, 
que intento ser feliz. 
Y abocado, a los tejados, me he mudado a vivir, 
por desobedecer, 
por ver al Sol salir, 
por sacar la cabeza fuera. 

Sigo preso, 
pero ahora el viento corre alrededor. 
Por mis pecados, sigo preso. 
Carne y hueso. 
Si muere de hambre el mundo alrededor, 
tú y yo, total, de carne y hueso. 

Necesito saber. 
Dime tu nombre, 
de dónde sale el Sol 
y de qué se esconde. 

Si miro alrededor, no puedo comprender, me da pereza. 
Si hay algún escalón pa' dar un tropezón, voy de cabeza. 
Tú y yo en la habitación para que vuelva Amor: naturaleza. 
Hay un televisor en medio del salón. No me interesa.

Vente a la sombra, amor, que yo te espero; 
que tengo el corazón aquí con bien de hielo. 
Vente a la sombra, vente, amor, que yo te espero; 
que tengo ya el cerezo en flor dentro del cuerpo. 

Se me cae la casa desde que se marchó. 
Y ahora ya sólo espero el derribo, 
y es que perdí la pista del eje del salón, 
y estoy continuamente torcido. 

Y ahora sólo pienso en ella 
y no encuentro razones 
cuando su recuerdo se me clava entre las cejas, 
sueño con melones encima de la mesa. 

Buscando mi destino, 
viviendo en diferido, 
sin ser, ni oír, ni dar. 

Y a cobro revertido 
quisiera hablar contigo, 
y, así, sintonizar. 

Sueño que empieza otra canción;
vivo en el eco de su voz, entretenido. 
Sigo la estela de su olor, 
que me susurra: vámonos, vente conmigo. 

Hay un desierto, hay un vergel 
lleno de flores de papel. 
Pensaba 
que sería frío el amanecer.
Te equivocabas otra vez: 
Quemaba. 

Llegó el verano y asoló la primavera, 
y el sol asfixia en tu jardín, 
y se le caen los pajaritos a la higuera, 
que ya no cantan para mí. 

Abrí los ojos para ver; 
con el destino me encontré 
de cara. 
Lo tengo todo a medio hacer. 
Me preguntaba si tal vez... 
mañana. 

Vente a la sombra, amor, que yo te espero; 
que tengo el corazón aquí con bien de hielo. 
Vente a la sombra, vente, amor, que yo te espero; 
que tengo ya el cerezo en flor dentro del cuerpo. 

Necesito saber. 
Dime tu nombre, 
de dónde sale el Sol 
y de qué se esconde. 

 Si miro alrededor, no puedo comprender, me da pereza. 
Si hay algún escalón pa' dar un tropezón, voy de cabeza. 
Tú y yo en la habitación, para que vuelva Amor: chorros de lefa. 
La buena educación de la televisión no me interesa. 

"Est enim iudices haec non scripta sed nata lex quam non didicimus accepimus legimus uerum ex natura ipsa arripuimus hausimus expressimus ad quam non docti sed facti non instituti sed imbuti sumus" - Cicero

Existe, de hecho, jueces, una ley no escrita, sino innata, la cual no hemos aprendido, heredado, leído, sino que de la misma naturaleza la hemos agarrado, exprimido, apurado, ley para la que no hemos sido educados, sino hechos; y en la que no hemos sido instruidos, sino empapados. - Cicerón

P.D. : No me resisto a poner otra http://www.youtube.com/watch?v=xKh7kgPjX7c&feature=relmfu

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